Casi nunca la realidad obedece a nuestros deseos, por lo menos no de manera directa. Rara vez las cosas suceden como a nosotros se nos ocurren. Suceden después, o nunca. Es que no depende de nosotros, depende del entorno. De una cadena de causas y consecuencias que cuando estamos listos se alínea a nuestro deseo. Cuando algo no sucede es porque detrás hay otras cosas a las cuales atender que nos darán más crecimiento. No te distraigas, no tengas miedo. 
Back to Top