Encontramos el origen y el porqué de nuestras motivaciones, deseos y anhelos.
Dentro de nuestro, la clave y razón que moviliza la voluntad.
Hallamos la manera de librarnos de todo condicionamiento externo y el miedo.
Liberamos nuestro ser de toda atadura, de toda desmesura provocada por la ignorancia y la culpa.
Rescatamos nuestra libertad perdida en los laberintos de la burocracia y el control.
Derribamos el sesgo que la cultura del control impuso sobre nuestras subjetividades distraídas.
Entendemos que la imaginación crea lo real.
Luchamos contra el control externo; tomamos el poder del control interno.
Vencemos la duda y la depresión. Encontramos el enfoque adecuado, el porqué del medio y la técnica.
Unimos el deseo y la razón. Todo es diversión, juego, exploración, aprendizaje y crecimiento.
Damos a cada hecho la relevancia que tiene.
Creamos el mundo que queremos.
Entendimos que las artes son tan importantes como el alimento.
Necesitamos la disrupción para encontrar nuevos puntos de vistas que nos ayuden a vivir.
Entendimos que todo está relacionado.
Dominamos la ansiedad, estamos en calma.
Procedemos con mesura, humildad y coopereación.
Declaramos nuestro derecho a la libertad individual.
La emancipación colectiva por medio del aprendizaje, el compromiso, la responsabilidad con los demás seres vivos.